CENTENARIO DEL INSTITUTO NACIONAL DE PANAMÁ
El 17 de Julio del 2011, nosotros, los institutores, celebramos con orgullo el Centenario de nuestra Alma Mater. Para algunos, se celebran los 100 años de la construcción de las actuales instalaciones de nuestro colegio con lo cual no estoy de acuerdo.
Existen varias opiniones sobre la fecha que se debe de tomar como principio de nuestro Centenario. Unos consideran que esta fecha comienza con la naciente República, con la idea de los Próceres de la Patria de centralizar esfuerzos y recursos económicos en una sola institución de enseñanza. Hay quienes aseguran que el Centenario se inicia el primero de junio de 1907, mediante la Ley 22, en la cual se crea el Instituto Nacional. Otros piensan que fue el 25 de abril de 1909, cuando oficialmente inicia clase con el nombre de Instituto Nacional de Panamá y se constituyó un acto de inauguración. El inicio de labores se efectuó en el local donde actualmente funciona la Escuela Manuel José Hurtado.
Pienso que todos están en lo cierto. Estas Son fechas históricas, imposibles de soslayar. La verdad es que nosotros, los seres humanos, celebramos nuestro nacimiento, no el día en que nuestros padres se conocieron, ni cuando ellos decidieron formar una familia y sellaron dicho pacto en un Acta de Matrimonio; tampoco cuando fuimos engendrados, ya que estas situaciones pudieron haberse visto frustradas por innumerables causas y no llegarse a concretizar. Todos estos hitos históricos pertenecen al tesoro emocional y cultural de nuestros progenitores y aunque somos parte de ellos, no son nuestro punto de partida a la Vida. Nosotros comenzamos nuestro recorrer en este mundo, al salir del vientre materno, tras nuestro primer grito donde afirmamos nuestra personalidad. Nos alimentamos por muchos días de la savia vivificante del conocimiento y el amor a la Patria , bajo el cuidado amoroso de nuestra madre, que nos inculcaba el Honor, el Deber y la Amistad y estuvimos prestos a enfrentar los retos que el Destino nos deparaba.
Es por eso que pienso que el 17 de julio de 1911 es la fecha en que el Instituto Nacional nace, cuando por primera vez nuestro colegio se presenta al mundo con una envoltura física nueva, su propio edificio, y comienza a dibujar el espíritu patriótico de generaciones de aguiluchos que luchan por ideales nobles y altruistas.
“Alma Mater”, etimológicamente significa “El Alma de la Madre ”. Es el sentimiento que brota de lo más profundo de nuestro Ser cuando nos referimos al lugar de donde provenimos; donde pasamos nuestra infancia, donde nacimos y que nuestros recuerdos de niños nos hacen volar y retornar a nuestros años mozos de jóvenes estudiantes.
Las estructuras del Instituto Nacional no son entes materiales, despersonificados ni insensibles, como se describe cuando se dice: “Las actuales instalaciones del colegio”. Pregúntenle a un Institutor lo que siente cuando vuelve a las instalaciones actuales del colegio y ve su entrada vigilada por las Esfinges, símbolo de sabiduría e hidalguía; entrar a su majestuoso y hermoso vestíbulo, donde pensamiento como éste de Ralph Waldo Emerson: “ Sólo los que construyen sobre ideas, construyen para la Eternidad ”, se nos han grabado como hierro candente en nuestro pensamientos de institutores; la escalinata de mármol que conducen al majestuoso y hermoso salón conocido como “El Aula Máxima”, con los bellos y delicados adornos que engalanan el edificio principal en su conjunto; los otros edificios en donde recibimos clases; el patio interior, el gimnasio, su campo de juego, en donde pasamos innumerables momentos de alegría, desasosiegos, angustias y esperanzas; en sus paredes y pasillos que guardan muchos secretos y recuerdos juveniles… SI, si creo que estas instalaciones proyectan sentimientos, recuerdos y reminiscencias de tiempos pasados como los que se producen cuando nos referimos a Nuestra Madre, a nuestra Patria y a nuestra Alma Mater!
El 28 de enero de 1971 mediante decreto de gabinete N° 18., se declara Monumento Histórico Nacional al Instituto Nacional de Panamá. Esto representa un reconocimiento y un honor por los largos años de historia y gestas patrióticas. La lucha que desarrollaron miles de institutores en Pro de la patria, ha sido reconocida al distinguir al Alma Mater con tan elevada designación.
En los últimos años; sin embargo, hemos escuchado con insistencia el deseo de mentes trasnochadas y calenturientas de convertir nuestra querida Alma Mater en un Museo. Y eso, un institutor que se precie de tal, no debe permitirlo jamás. Nuestra Alma Mater no es un "Cuenta Cuentos” de gestas, hazañas y glorias pasadas. No es un ente inanimado que ha llegado a su fin y que sólo le resta ver el futuro pasar. Es un ente dinámico que año tras año se renueva con sangre nueva de “mil Halcones” que en sus aulas beben la savia del conocimiento y del saber. No caigamos en las intenciones veladas de quienes quieren acallar la voz de nuestros estudiantes, dizque en aras y honor a la Patria. Nuestra Alma Mater es un Templo y un Faro a la conciencia del panameño que nunca debe dejar de alumbrar, mostrándonos el camino de la Panameñidad. No por gusto dijo acertadamente el Poeta al referirse a las Esfinges: “Y algún día sus labios de bronce, la palabra suprema dirán”. ¡Estemos todos, pues, atentos y no permitamos que esa idea fructifique! Exijamos a los Gobiernos de turno que, como Monumento Histórico Nacional, se le brinde todo el apoyo, material y cultural necesario. Que se le provea al Instituto del mantenimiento adecuado y las diligencias necesarias para que día a día florezca más el ideario de libertad en sus aulas. El Instituto Nacional no es un símbolo como las pirámides de Egipto que a pesar de los años aún persisten, con miles de años de historia, o la muralla china milenaria en tradición u otros monumentos del mundo que sólo hablan de historia pasadas. El instituto Nacional, habla de gestas históricas, batallas presentes y luchas futuras de grandeza.
Exclamemos con orgullo y pasión, lo que alguna vez salió de lo profundo de nuestros corazones, cuando al ver las injusticias y desmanes del poderoso, salimos a la calle, exigiendo “Igualdad, Justicia y Libertad”
¡TODO POR LA GLORIA INSTITUTORA !
Panamá 17 de Julio de 2011
Demetrio Ho,
Aguilucho del 61
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