VARIOS

GENERACIÓN DEL 61 DEL INSTITUTO NACIONAL CELEBRAN SUS 50 AÑOS DE GRADUADOS Y EL CENTENARIO DE LA CONSTRUCCIÓN DEL “NIDO DE ÁGUILAS”

Dania Marisin González Ledezma

Huellas diversas  han  moldeado distintas  etapas de nuestras vidas, así, nuestra generación del 61 del Glorioso Nido de Águilas,  cumplimos en este 6 de Febrero de 2011  nuestros 50 Años de Graduación, con rastros significativos,  vitales y de valores que han marcado nuestra trayectoria y por ello nos identificamos orgullosamente donde estemos. Compartimos las vestigios generacionales  de los aguiluchos y aguiluchas  de excelente realizaciones profesionales y personales, de acendrado patriotismo y reciedumbre, firmeza y decisión en el despertar de conciencias y movilización, como verdaderos "cariátides de bronce", agrupados unos en la AFN desde 1943,  bastión  de luchas nacionalistas  por los caminos del 44 en  Rechazo a las Bases Militares Filos Hines,  por las Movilización de Mayo de 1958;  la Gloriosa  Gesta de Enero de 1964,entre otras; acompañamiento activo en la cimentación de nuestra patria y su acontecer histórico, luchas patrióticas institutoras y demás patriotas que contribuyeron significativamente al  logro de  los Tratados Torrijos – Carter para la culminación el 31 de diciembre de 1999  del  logro de nuestra integración territorial, la soberanía y autodeterminación de la nación panameña. De igual forma las nuevas generaciones  continúan en el bregar  por la equidad  de una democracia protagónica.

Un Instituto Nacional,  estrado del debate del pensamiento hispanoamericano y de los acontecimientos mundiales, escenario de eventos científicos y tecnológicos, de obras de teatro, recitales musicales, participaciones deportivas.; con presencia en diversas latitudes de presentaciones musicales, folklóricas, culturales y deportivas entre éstas, el Orfeón Ricardo Zozaya , El Conjunto Típico  de Petita Escobar.

Los aguiluchos del 61,celebramos también el Centenario de la Construcción del Instituto Nacional, a las faldas del Cerro Ancón,  obra arquitectónica declarada en 1971 Monumento Histórico;  de resonantes éxitos en paralelo con la estética y funcionalidad de las edificaciones del Teatro Nacional, el Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal, creación estructural de la trilogía conformada por el reconocido arquitecto italiano Genaro Ruggieri y el  ingeniero panameño  Florencio Harmodio Arosemena, del maestro de obras Don Alfonso Fernández; y su equipo de trabajo, que edificaron  de piedra, acero, concreto mosaicos y mármol, traídos especialmente de Europa, junto con las dos enormes esfinges de bronce, traídas desde Italia y esculpidas por Gaetano Chiaremonte. Ambas significan sabiduría y genialidad. Su cabeza, la razón; el cuerpo de león, bravura; y sus alas la libertad. Enormes esfinges de bronce que se han mantenido a través de los años con su mirada valiente y presencia osada, vigilante de las puertas del Instituto Nacional. 

Rendimos reconocimiento por nuestra formación a la visión de futuro, esmero, apoyo y fortaleza de cada una de  nuestras familias, a nuestra propia alta autoestima y aspiraciones de realizaciones; a la formación que nos dieron educadores y educadores que hicieron posible un yacimiento de inquietudes científicas, intelectuales y culturales.

Una aguilucha cumbre la destacada pintora: Sheila  E. Aparicio de Lichacz,  donará al Instituto Nacional, dos(2)  de sus obras espectaculares de valor incalculable, que estarán ubicadas en el Aula Máxima, en conmemoración  a nuestra generación del 61  en el marco  de  los  50 Años de Graduación y el Centenario de la Construcción del Instituto Nacional.